martes, 28 de octubre de 2008

MAPA ELECTORAL MUY FAVORABLE PARA BARACK OBAMA



A partir de hoy, analizaremos los estados que serán claves de cara a las elecciones del próximo martes. La mayoría de estados tienen un claro favorito, pero hay 6 demarcaciones que se perfilan como las claves para saber si será Barack Obama (que por el momento tiene una clara ventaja) o John McCain el próximo presidente de los Estados Unidos.

PARTIDO DEMÓCRATA (306)

Sólida ventaja (255)


-Pennsylvania (21)
-Minnesota (10)
-Wisconsin (10)
-Iowa (7)
-New Jersey (15)
-Oregon (7)
-Washington (11)
-Michigan (17)
-Maine (4)
-California (55)
-Massachusetts (12)
-Connecticut (7)
-New York (31)
-Tennessee (11)
-Illinois (21)

Ligera ventaja (51)

-Colorado (9)
-Ohio (20)
-Virginia (13)
-New Hampshire (4)
-New Mexico (5)

PARTIDO REPUBLICANO (157)

Sólida ventaja (127)

-Texas (34)
-Mississippi (6)
-Kentucky (8)
-Kansas (6)
-Louisiana (9)
-Arkansas (6)
-Alaska (3)
-Tennessee (11)
-Alabama (9)

Ligera ventaja (30)

-West Virginia (5)
-Georgia (15)
-Arizona (10)

EMPATE TÉCNICO (75)

-Florida (27)
-Nevada (5)
-North Carolina (15)
-Missouri (11)
-Indiana (11)
-Montana (3)

lunes, 20 de octubre de 2008

Obama incluirá a Colin Powell en su gobierno si gana las elecciones

Un día después de haber recibido el apoyo clave de Colin Powell, el ex secretario de Estado de la administración Bush, el candidato demócrata Barack Obama ha informado este lunes de que el general retirado participará en su gobierno si gana las elecciones del 4 de noviembre. "Tendrá un papel como uno de mis asesores", ha dicho hoy Obama en una entrevista con la cadena de televisión NBC, la misma donde Powell, un republicano amigo de hace décadas de John McCain, anunció que votará por el demócrata.
"Tendríamos que discutir si quiere tener un papel formal, si eso es algo que le conviene", ha agregado Obama. Powell describió ayer a Obama como una "figura transformadora" en la historia de EE UU y expresó su descontento con algunas de las tácticas negativas adoptadas por la campaña del candidato presidencial republicano.
El ex secretario de Estado dijo, de todos modos, que no planea hacer campaña a favor del candidato demócrata antes de las elecciones del próximo 4 de noviembre.

Colin Powell, ex secretario de Bush, ofrece apasionadamente su apoyo a Obama


Colin Powell, el ex secretario de Estado de George W. Bush, ha anunciado este domingo su apoyo al candidato demócrata Barack Obama. En una entrevista (en inglés) en el programa Meet the Press, de la cadena estadounidense NBC, Powell, un general retirado que criticó la invasión a Irak de 2003 después de dejar el cargo, ha confirmado su respaldo al candidato demócrata por encima de su compañero de partido, el republicano John McCain.
Tras meses de especulaciones, Powell ha citado la "habilidad para inspirar" y la "naturaleza inclusiva" de la campaña de los demócratas como uno de los factores para votar por Obama a la Casa Blanca."Él (Obama) tiene estilo y sustancia. Creo que es una figura transformadora", ha dicho Powell en la entrevista. "Obama mostró constancia, vigor intelectual. Tiene una forma definida de negociar, lo que nos hará bien". Cree que el senador por Illinois podría ser un "presidente excepcional"
El ex secretario ha dicho que cuestiona el juicio de McCain al escoger a la gobernadora de Alaska, Sarah Palin, como su candidata a la vicepresidencia, porque considera que ella no está lista para liderar el país, si se presentara la oportunidad.

"En particular, he llegado a conocer a Obama muy bien a lo largo de estos dos últimos años. Ambos son distinguidos americanos, patriotas, dedicados al bienestar de nuestro pais. Pero he expresado a McCain mi preocupación sobre el rumbo que ha adoptado el partido en los últimos años, al orientarse quizás un poco más a la derecha de lo que hubiera deseado", ha dicho.
El respaldo de Powell a Obama significa un duro golpe para McCain, sobre todo por la amistad de más de 25 años que une a los dos republicanos.
Ha agregado que se sentía decepcionado de algunas de las tácticas de la campaña republicana, al lanzar acusaciones contra Obama y sus lazos con el ex radical Bill Ayers.
Powell, quien fue el secretario de Estado de Bush entre el 2001 y el 2005, consideró lanzar su candidatura a presidente por el lado republicano a mediados de los 90.
"Creo que el senador Obama trae un conjunto fresco de ideas a la mesa. Pienso que el senador McCain, pese a estar dotado, esencialmente va a ejecutar la agenda republicana, la ortodoxia de la agenda republicana bajo un nuevo rostro y un acercamiento disidente, y será muy bueno en ello, pero creo que necesitamos algo más que eso".

Powell, quien estuvo al servicio como militar y funcionario de gobierno durante 40 años, ha dicho que no hará campaña por Obama y que no está buscando un puesto en una administración de Obama. Sin embargo, "siempre he dicho que si un presidente te pide hacer algo, tienes que considerarlo".
Según el diario The Washington Post, el respaldo de Powell tiene un enorme significado simbólico, ya que no sólo es un ex alto cargo de la administración Bush, sino que es la cara más visible en relación al manejo de la guerra en Irak.
Powell es uno de los ex funcionarios de Bush que aún mantiene una alta popularidad y en su momento, gracias a ello, fue la elección de Bush para defender la invasión de Irak ante Naciones Unidas. Desde entonces, Powell ha calificado esa posición como una "mancha" en su carrera y ha dejado bien en claro su decepción con el desarrollo de la guerra.

jueves, 16 de octubre de 2008

McCain juega sucio en el tercer debate, pero le sale el tiro por la culata


John McCain hizo lo posible ayer por la noche por provocar a Barack Obama en el último debate electoral que enfrentó a los dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos.
El candidato demócrata, por delante en los sondeos, mantuvo la calma, incluso cuando su contrincante le acusó finalmente cara a cara de asociarse a la figura radical de un movimiento clandestino de los años 60.
Bill Ayers, que desde entonces ha sido rehabilitado y con el que Obama compartió un comité de educación, "financiado por un amigo de Ronald Reagan", recordó el senador por Illinois, hace diez años, ha sido uno de los temas centrales de la campaña republicana de las últimas semanas.
McCain pidió a Obama que repudiera los comentarios de una figura política de los derechos civiles, el representante John Lewis, que comparó al tándem republicano racista de los años 60, George Wallace.
El candidato demócrata le contestó que en algunos mítines de Palin los asistentes le habían llamado "terrorista" y habían pedido que lo "mataran".
"Esta ha sido una campaña muy dura" dijeron ambos candidatos preguntandos por la ristra de ataques personales lanzados por ambos lados.
Formato clásico
El debate, que se celebró en la Universidad de Hofstra, en Long Island, cerca de Nueva York, siguió un formato clásico con preguntas de un moderador.

Fue sin duda el más duro que los dos anteriores. "Senador Obama, no soy presidente Bush, si quería presentarse contra el presidente Bush, tenia que haberse presentado hace cuatro años", dijo en un momento McCain.
"Si a veces confundo sus políticas con las de Bush es que en todo el tema económico ha respaldado al presidente", contestó Obama.
El enfrentamiento entre los dos candidatos se convirtió rápidamente en una conversación a tres cuando McCain empezó a hablar de "Joe" un fontanero que aparentemente preguntó a Obama en unos de sus mítines en Ohio qué iba a pasar con su negocio.
'Joe el fontanero'
Durante el resto de la velada Joe el fontanero, que el candidato conservador mencionó en 20 ocasiones, se convirtió en el ciudadano estadounidense medio al que ambos querían seducir.
McCain estuvo nervioso, impaciente, y en ocasiones casi despectivo con algunas de las respuestas de su rival e hizo lo posible por desacreditar a su contrincante, acusándole una y otra vez de querer subir los impuestos.
"Admiro su elocuencia", dijo el candidato republicano dejando a entender que el programa de Obama se limitaba a " palabras" y buenas intenciones.El senador por Illinois mantuvo la calma pero en algunas de sus miradas al moderador se notaba un principio de exasperación.
A menos de tres semanas de las elecciones parecía escasamente probable que McCain hubiera conseguido lo que tanto necesitaba: mostrar una auténtica diferencie que pudiera cambiar los sondeos, sobre todo cuando al despedirse de su rival y estrechándole la mano, los micros captaron como le repitió dos veces. "Buen trabajo".

miércoles, 8 de octubre de 2008

Obama arrasa a McCain en el segundo debate gracias a un buen discurso económico


El candidato demócrata, Barack Obama, ha derrotado a su rival republicano, John McCain, en su segundo debate presidencial en EEUU, centrado en la economía, según las encuestas dadas a conocer después de la conclusión.El sondeo difundido por la cadena de televisión CNN indica que un 54% de los espectadores creen que el senador por Illinois lo hizo mejor en el debate en Nashville (Tennessee), mientras que el 30% cree que el vencedor ha sido McCain.

Obama, según esta encuesta, ha mejorado su imagen con este debate y si antes del cara a cara un 60% de los electores le veían favorablemente, ahora es el 64%. Un 38% tenía una opinión negativa y esa cifra se ha reducido al 34%. La opinión acerca de McCain permanece invariable y un 51% de los votantes tienen una opinión favorable del candidato, mientras que un 46% la tiene mala.

Vencedor en seguridad nacional

En lo que respecta a la seguridad nacional, McCain es el vencedor por cinco puntos (51% frente al 46%). En lo que respecta a la economía, la ventaja es mucho más marcada para Obama: un 59% considera que este candidato sería mejor para hacer frente a los problemas que afronta la economía, mientras que solo un 36% cree que el indicado es McCain.Una encuesta elaborada para la cadena de televisión CBS también otorga la victoria al candidato demócrata, por un 39% contra un 27%.

En los medios de comunicación, los analistas consideran que el vencedor del debate ha sido el candidato demócrata.En la cadena CNN, el analista David Gergen ha dicho que Obama "ha hilado bien sus respuestas y ha sabido conectar con las mujeres". Por su parte, en la misma cadena, el analista Jeffrey Tobin ha aludido a un momento en el que McCain se ha referido a su rival como "ese", y ha dicho que "ese es un momento que la gente recordará porque ha sonado despectivo".

En la cadena MSNBC, la presentadora Rachel Maddow ha dicho que Obama, al que las encuestas dan ventaja en la carrera por la Casa Blanca, ha ganado porque se ha comportado "como si McCain, directamente, no estuviera allí". Un grupo de votantes indecisos de Pensilvania, uno de los estados bisagra, reunidos por esa cadena ha atribuido en un 60% el triunfo al candidato demócrata y en un 40% al republicano.

Poca interacción entre los candidatos

El debate, en Nashville (Tennessee) y moderado por el periodista de la NBC Tom Brockaw, se ha planteado de manera que el público hiciera sus preguntas a los dos candidatos y ambos pudieran moverse por el escenario a su gusto. Pero las reglas pactadas por las dos campañas han impedido que hubiera mucha interacción entre los dos candidatos ya que no estaban permitidas las réplicas entre ambos.

Según los analistas, el formato ha hecho que el debate fuera más aburrido y favoreciera a Obama, que se ha mostrado más dinámico sobre el escenario, que su rival. En opinión de Robert Kaiser, para el The Washington Post, "McCain ha perdido porque no ha sido el claro ganador y está detrás (en las encuestas). El impulso está contra él, y se encuentra en un punto muy difícil en estos momentos".

viernes, 3 de octubre de 2008

Biden vence sin esfuerzo a una mediocre Sarah Palin


El primer y único debate entre los candidatos a vicepresidente fue intenso, vivo, contundente y más entretenido que el de Obama y McCain pero pasará al olvido en pocos días porque ninguno de los dos consiguió realmente hacer mella en su contrincante.
El senador demócrata por Delaware, Joseph Biden, contuvo su verborrea y se mostró en todo momento respetuoso con la gobernadora republicana, Sarah Palin, que estuvo a la altura y recitó su mensaje con energía y grandes dosis de populismo.
Durante hora y media, en San Luis (Misuri) hablaron de todo, de economía, de política, de sus familias, de sus pasados políticos y vendieron con disciplina los méritos de sus dos compañeros de tándem.

Biden consiguió la primera sonrisa de la noche al calificar las propuestas en materia de seguridad social del equipo republicano de "puente a ninguna parte".
Palin repitió una y otra vez que los demócratas querían aumentar los impuestos, un argumento de peso entre los contribuyentes estadounidenses mientras Biden le decía que se equivocaba.
La gobernadora siguió construyendo su imagen de "ajena a Washington", habló en lenguaje muy coloquial y mencionó cada vez que puso a su familia y a Alaska. "Necesitamos a algo de Wasilla en Washington", dijo refiriéndose a la ciudad de la fue alcaldesa.
Biden criticó a McCain con firmeza. "¿Rebelde? ¿En qué ha sido rebelde?", dijo atacando uno de los mensajes centrales de la campaña republicana. "Dígame un elemento en que la política de McCain sea distinta de este gobierno".
Sobre Irak, Palin acusó a Obama de agitar "la bandera blanca de la derrota", mientras Biden acusaba al candidato republicano de "haberse equivocado por completo".
Opuestos al matrimonio homosexual
Los dos coincidieron en la necesidad imperiosa de defender a Israel y en su oposición al matrimonio homosexual.
El momento más inesperado fue cuando Biden se emocionó al recordar cómo había tenido que criar sólo a sus dos hijos tras la muerte de su mujer en un accidente de coche. "No es porque sea un hombre que no sé lo que es ocuparse de una familia", dijo después de que Palin citara en su historial personal el "ser una madre".
"Me encanta poder hablar sin los filtros de la prensa y dirigirme directamente al pueblo estadounidense", dijo Palin refiriéndose claramente a sus recientes fallos en varias entrevistas televisivas. También aseguró al principio que no contestaría forzosamente a las preguntas de la moderadora. Y fue lo que hizo.
Mirada esquiva
Hubo momentos en que la gobernadora no parecía estar en un debate. Casi nunca miró a su contrincante, se dirigió todo el tiempo directamente a la cámara y no contestó a muchas preguntas, prefiriendo repetir una y otra vez el mensaje oficial. Pero ahí se mantuvo y no se derrumbó en ningún momento, como muchos en su propio partido temían.
Y usó un nuevo argumento contra Biden acusándolo de mirar hacia atrás, cuando se refería a los errores de la administración Bush.